domingo, 19 de diciembre de 2010

Por la igualdad real

Desde mediados de los años 50, en que Benidorm sentó sus bases como meca internacional del turismo, la ciudad no ha hecho más que apuntalar su condición de aldea global y punto de encuentro entre países y culturas. A medida que la ciudad crecía e iba consolidándose en lo más alto de entre los destinos vacacionales europeos, se amalgamaba también su condición de urbe hospitalaria y abierta. Nunca ha dejado de hacerlo. Benidorm ha recibido siempre al "forastero" como un vecino más, de modo que miles de ciudadanos y ciudadanas que hoy alimentan nuestro padrón proceden de otros lugares que un día abandonaron para recalar en una ciudad próspera, moderna y hospitalaria. En ello tienen mucho que ver generaciones enteras de benidormenses que entendieron que en la sinergia de nacionalidades subyace la riqueza de un pueblo. Nadie puede darnos lecciones en esa materia.

 La Organización de Naciones Unidas resolvió hace diez años designar la fecha del 18 de diciembre como Día Internacional del Migrante, a la vista del ingente flujo migratorio al que llevaba asistiendo el planeta durante años. Desde que el municipio se consolidó firmemente como lugar de residencia de miles de europeos que antes habían elegido Benidorm como lugar de vacaciones, la ciudad y sus habitantes entendieron enseguida, mucho antes que otras, la importancia de albergar entre sus amigos y vecinos a ingleses, franceses, belgas o alemanes, como mucho antes lo hicieron con andaluces, castellano-manchegos, madrileños, vascos o castellano-leoneses, por citar los lugares de procedencia más comunes de nuestro padrón. Este fin de semana, hemos podido comprobar la capacidad de absorción de Benidorm como destino final de residencia en la recepción que el Ayuntamiento ha ofrecido al municipio jiennenses de Peal de Becerro, una pequeña población andaluza que cuenta en nuestra ciudad casi con tantos residentes como en su lugar de origen.

La crisis económica que en los últimos años ha asolado muchos rincones del mundo ha atraído a Europa otro tipo de residente muy diferente al que en el Viejo Continente estábamos acostumbrados. No por ello debemos dejar de apostar por su asimilación e integración en todas las actividades sociales que permitan que los inmigrantes acaben sintiéndose como ciudadanos en igualdad de derechos y condiciones equiparables a aquellos que eligieron la ciudad hace décadas como lugar de residencia. Rumanos, marroquíes, ecuatorianos, colombianos o argentinos, en definitiva, personas a las que hemos de agradecer que hayan depositado su confianza en Benidorm, conforman un conjunto humano al que desde aquí, no sólo animo, sino que emplazo con absoluta convicción a que se consideren absolutamente benidormenses. Desde algunos grupos políticos se ha tratado de modo despectivo el concepto de Alianza de Civilizaciones planteado por José Luis Rodríguez Zapatero. Yo me lo creo, y estoy convencido de que cualquier hijo de esta ciudad no tiene más que echar la vista atrás para creérselo también.

Agustín Navarro Alvado | Crea tu insignia

lunes, 13 de diciembre de 2010

Predicar y dar trigo

Llevo tiempo esperando que el candidato “in pectore” a la Alcaldía por parte de la ejecutiva regional del PP y concejal de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, se anime a hablar con el Gobierno de todos los valencianos, ya que es de su propio partido, para intentar que nuestra ciudad, por parte del Consell, tenga un tratamiento más acorde con lo que realmente representa.

Además, ¿de qué nos sirve tener en Valencia a un vicepresidente del Gobierno autonómico, una consellera y dos diputadas en las Corts si a la hora de la verdad Benidorm es la gran olvidada en los presupuestos de la Generalitat? ¿Qué hacen por su pueblo, desde los importantes cargos que en Valencia ocupan, los Gerardo Camps y las Angélica Such, Gema Amor y Ángela Barceló? ¿Cómo han consentido que Benidorm no reciba ni un solo euro de los 1,4 millones solicitados para las políticas activas de empleo? ¿Cómo ha consentido la reducción en 45.000 euros las ayudas para bonos de escuelas infantiles? ¿Cómo han consentido que de 49 solicitudes para familias sin recursos únicamente se hayan atendido seis? ¿Cómo han consentido el recorte de 344.000 euros en ayudas para Cultura?


Y todo ello sin hablar del olvido histórico al que tienen sometido al segundo hospital, contra el que el Pérez Fenoll votó dos veces siendo diputado autonómico, ni del no menos histórico olvido del centro de salud Imalsa-Els Tolls, que debería dar servicio a uno de los barrios con mayor crecimiento poblacional de la ciudad.

Como bien dice la sabiduría popular, “una cosa es predicar y otra dar trigo”, con lo que los citados dirigentes del PP, todos ellos hijos de esta ciudad y tan acostumbrados a llenarse la boca durante sus prédicas con el nombre de Benidorm, se olvidan de ella una vez cruzan el Mascarat caminito de Valencia.

Aunque lo que clama al cielo es el tratamiento que nos dedican en materia turística ya que, tras sacar pecho diciendo que Benidorm es prácticamente el 50% del turismo de la Comunidad Valenciana además de su capital turística, cuando llega la hora de dar trigo, contantes y sonantes, tan sólo nos han llegado 3.000 euros desde la Conselleria y desde el Patronato de la Costa Blanca. Eso sí, ellos son los que más quieren a Benidorm, aunque la sabiduría popular también dice aquello de que “hay amores que matan”.

Una triste noticia
Hoy, además, quiero acercarme a una familia amiga, la formada por Txema, Maite, Leire y Amaya, que sufre desde ayer la pérdida de un ser querido, padre y abuelo, con el fin de compartir con ella el dolor de estos duros momentos.

Agustín Navarro Alvado | Crea tu insignia