Molesta participación

Parece ser que al Grupo Municipal Popular le molesta la participación del ciudadano en la vida política local. No se acostumbran los concejales populares a que los vecinos puedan opinar y cuanto más mejor, y fruto de esa aversión hacia la opinión de la ciudadanía es la pataleta que han cogido con los opinómetros colocados en diferentes edificios municipales para que vecinos y vecinas nos transmitan su opinión sobre la ciudad y su problemática.

Ahora, con tal de obviar el hecho de que los opinómetros son un elemento más para que la ciudadanía se exprese con libertad, los concejales del PP se inventan una trama, su asignatura favorita en la que están doctorados “cum laude”, con la que el PSOE intenta pagar la próxima campaña electoral… un futurible sobre un tema, el de la financiación irregular de los partidos políticos, en el que los populares, a tenor de los diferentes informes policiales que aparecen en el caso Gürtel y que han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación, podrían dar lecciones.

Pero no quiero entrar en el “y tu más” volviendo a sacar todos los hechos acaecidos en nuestra ciudad durante los 18 años de gobiernos del PP, sobre contrataciones más o menos engañosas, quiero hacer hincapié en el meollo de la cuestión, en el hecho de que cada vez que se propicia la participación directa del ciudadano en la política local, al PP le salen ronchas.

Tuvieron 18 años para propiciar la participación de los vecinos en los Plenos de la Corporación y no lo hicieron, nosotros lo hemos conseguido en un año. Tuvieron 18 años para crear un Consejo Municipal de Participación Ciudadana potenciando a las asociaciones vecinales y no lo hicieron, nosotros lo hemos conseguido en un año. Tuvieron 18 años para implicar a la ciudadanía en la redacción de las ordenanzas municipales y no lo hicieron, nosotros en un año lo hemos conseguido. Tuvieron 18 años para propiciar la participación de los vecinos y vecinas en la elaboración de los presupuestos municipales, nosotros ya hemos asumido el compromiso de que, con el Reglamento de Participación Ciudadana en vigor, los presupuestos 2012 estarán abiertos a la opinión de la ciudadanía… Y eso es lo que los populares ni quieren, ni saben, ni pueden digerir, que el pueblo soberano tenga capacidad de influir en las decisiones del Gobierno local. Les molesta la participación.